Entramos en Perú por la puerta de atrás, aquella por la que no se acostumbra a entrar… Puerto Maldonado.
Una ciudad gris, con mucho tránsito de todo tipo. Calles sin asfaltar, mototaxis, puentes en construcción, plazas a revosar de gente…pero muy buena energía.
Después de dar algunas vueltas aparecimos en el Tambopata Hostel, un oasis entre el cemento. Aquel que nos abriría la puerta de entrada a la Selva. Allí contratamos un tour, junto con dos franceses, Lucas y Cecile, y junto con Nilton, el guía, a los dos días estábamos navegando rio Tambopata arriba, dirección al Lago Sandoval, una reserva natural, en el estado de Madre de Dios, pulmón de la selva amazónica peruana.
La entrada fue triunfal, la caminata de dos horas hasta el Lodge (unas cabañas de madera donde pasaríamos la noche), fue en realidad de cuatro horas ya que la selva nos dio la bienvenida con múltipli de apariciones, monos aulladores removiéndose entre los árboles, guacamayos azules, rojos y amarillos comiendo las cortezas de las palmeras, termitas, las cuales nos dieron a probar, con sabor a madera, pero bien buenas.., arañas de todo tipo de tamaños y colores amenazantes, monos amarillos con sus crias, hormigas corta hojas que también cortaban el aliento ( dicen que la picadura de unas cuantas puede ser mortal).
Después de un sabroso plato típico selvático, un arroz con verduras envuelto en hoja de palmera, a media tarde nos fuimos a la caza de caimanes nocturnos. Subidos en canoa, remando ante la oscuridad de la noche y con la única luz que una linterna, veíamos el reflejo expectante de los ojos rojos de los caimanes que nos iban rodeando al largo del paseo por el lago. Ibamos tras ellos, pero en cuanto llegábamos, los ojos rojos desaparecían, y veíamos el remover del agua, como si acabaran de escaparse….
Después de la cena nos empezaron a contar leyendas, la selva está llena, y una de ellas, cuenta que existe un personaje de la selva llamado :
Chullachaqui (quechua: chulla = desigual, chaqui = pie), un personaje que adopta la forma o figura de una persona conocida del pueblo para engañar a sus víctimas y hacerlos perder en la espesura de su vegetación. Es considerado el duende o guardián del bosque; infunde respeto y temor a propios y extraños. Generalmente se presenta a quienes caminan solitariamente por las trochas. Según la tradición popular, algunas veces se presenta de manera amistosa y otorgando regalos de la Selva, siempre y cuando éste no diga el origen de su buena suerte; otras veces se presenta agresivo. Algunos le atribuyen un espíritu infantil, porque secuestra niños para jugar con ellos, sin hacerles daño. Los que han tenido una experiencia personal con el Chullachaqui, dicen que se les presentó cuando realizaban alguna labor propia del lugar, en una figura familiar que les hace señas para seguirlo; después de un buen tiempo se dan con la sorpresa de que ha desaparecido y los ha llevado a un lugar enmarañado del bosque.
Quienes dicen haberlo visto, sostienen que usa un gran sombrero de paja que oculta un rostro arrugado, en la que destaca una prominente nariz, orejas puntiagudas y ojos rojos. Apenas si traspasa el metro de estatura y viste harapos muy sucios. Pero quizá, su característica principal recaiga sobre sus pies: uno es de un humano y el otro de un animal (venado, sajino, tortuga, etc): tal como se dejan impresos en el barro por donde circula De allí su nombre Chullachaqui (chulla=falso; chaqui= pie), ampliamente conocido en Madre de Dios, la parte selvática de Cuzco, Tingo María, Loreto, San Martín y Ucayali.
Algunos dicen haber escuchado descargar su furia por las personas extrañas en su territorio, dando golpes a los árboles con objetos contundentes como un palo, machete o hacha. Otros aseguran escuchar sonidos como de niños llorando, música de flauta o animales caminando; todos atribuidos al chullachaqui, experto en tocar flauta e imitar el sonido de los animales. Algunos personas de edad avanzada cuentan que antaño, el Chullachaqui ha conversado con ellos, y los ha exhortado a no depredar los recursos de la Selva, es decir, que no cacen a los animales, ni talen a los árboles. De allí su apelativo de “Guardián del bosque”.
Existe otro personaje,
El tunche maligno, que es un ser que vaga por las noches oscuras de la selva, como alma en pena, unos dicen que es un ave, otros que es un brujo o un espíritu del mal “un diablo” que goza aterrorizando a la gente. Pero nadie lo ha visto, y todos lo reconocen con temor cuando en plena oscuridad lanza al aire un silbido penetrante “fin....fin...fin...” que por instantes se pierde en el monte a lo lejos, pero vuelve a silbar ya sobre el techo de una casa o a la orilla del río. Todo es tan rápido que la gente solo atina a persignarse o rezar, porque existe la creencia de que cuando silva con insistencia, por los alrededores de un pueblo, malos presagios y cuando lo hace sobre una casa, enfermedad o muerte.
Burlarse del tunchi o tunche, insultarlo, puede costarle caro al atrevido, ya que lo hará enfurecer y entonces atacará con mayor insistencia, silbando... silbando... lo perseguirá tanto que hasta el más valiente terminará entrando en pánico, que puede llevarlo a la locura o muerte...
Al dia siguiente, paseando por la selva todos íbamos alerta, entre la espesura, observando todo tipo de árboles centenarios, lianas, palmeras andadoras, y siempre mirando atrás, no sea que el chullachaqui nos envuelva en su confusión y nos haga perder por la selva….
jueves, 21 de abril de 2011
Xapuri. Amazona libre! Chico Mendes Vive!
Desembarquem a Porto Velho (Rondonia) després de cinc dies de llarga travessía pel riu Madeira. Des de la capital de Rondonia, agafem un autobús que s’espatlla unes tres vegades durant el camí cap a Acre. El viatge que hauría de durar unes vuit hores s’acaba convertint en una travessía de dotze hores… Finalment arribem a Rio Branco, capital d’Acre… Terra serengueira, terra ferida…
L’idea de viatjara a Acre, és trovar-nos amb el poble de Xapuri, una humil villa construida a base de cases de fusta, testimoni del naixement d’una de les lluites més importants per la conservació de l’Amazones i dels seus pobles…
Javier Moro ens acompanya durant tota la travessia de l’Amazones amb el seu llibre “Senderos de libertad” explicant-nos la historia que molts no volen recordar, aquells que intenten enterrar la memoria i la lluita d’un poble que va denfensar la dignitat dels treballadors de la seringa (exctractors de latex), treballadors de la floresta que es van unir amb les lluites ancestrals dels indigenes per la conservació de l’Amazones i dels seus pobles…
Des de Rio Branco agafem un autobús que en quatre hores ens aproparà a Xapuri, poble on també va neixer i va ser assessinat Chico Mendes, líder serenguista que els anys 80 va aconseguir sensivilitzar a la pobació mundial del gran problema de la deforestació de la selva i a la vegada va projectar internacionalment la lluita per la conservació del medi ambient i la defensa per la dignitat dels pobles de l’Amazones. De camí cap a Xapurí la realitat es presenta amb grans extensions de camps per ramats de vaques… Camps que van ser arrassat’s, cremats i desforestats per latifundistes, obligant a families senceres de serengueiros a emigrar a les faveles de Rio Branco… Amb la lluita que Chico Mendes va liderar, es va conseguir que bastantes zones serengueiras fossin reconegudes i protegides com a reservas extravistes, el seu amor per la terra el va portar a un lluita assumint totes les seves conseqüencies, sent concient de contra qui lluitava, en més d’un momento va predir el seu asssessinat… Poc abans de que els caciques latifundistas decidissin acabar amb la seva vida, el dia 6 de desembre de 1988 Chico va participar en un seminari sobre l’Amazonia en el que va pronunciar un recordat discurs en el que va acabar dient: “No quiero flores en mi tumba porque sé que irán a arrancarlas a la selva. Sólo quiero que mi muerte sirva para acabar con la impunidad de los matones que cuentan con la protección de la policía de Acre y que desde 1975 han matado en la zona rural a más de 50 personas como yo, líderes seringueiros empeñados en salvar la selva amazónica y en demostrar que el progreso sin destrucción es posible”.
Finalment arribem a Xapuri, on visitem la fundació en record d’en Chico, i la casa dels serengueiros, on ens ensenyen com es recolectava la seringa, quina era la vida de la foresta i un recull de vivencies, homenatges i records de la lluita dels treballadors de la seringa i d’en Chico Mendes. Finalment visitem el que va ser la casa on vivía en Chico Mendes i la seva familia. Una humil vivenda de fusta amb lo just i nesesari per viure, en la que encara s’hi conservaven llibres de sindicalisme rural, conservació de la floresta… En una de les parets de la casa, ens ensenyen unes taques de sang esquitxada per l’impacte de la bala assesina que acabà amb la vida d’en Chico Mendes el 22 de desembre de 1988…
Amazona libre! Chico Mendes vive!
L’idea de viatjara a Acre, és trovar-nos amb el poble de Xapuri, una humil villa construida a base de cases de fusta, testimoni del naixement d’una de les lluites més importants per la conservació de l’Amazones i dels seus pobles…
Javier Moro ens acompanya durant tota la travessia de l’Amazones amb el seu llibre “Senderos de libertad” explicant-nos la historia que molts no volen recordar, aquells que intenten enterrar la memoria i la lluita d’un poble que va denfensar la dignitat dels treballadors de la seringa (exctractors de latex), treballadors de la floresta que es van unir amb les lluites ancestrals dels indigenes per la conservació de l’Amazones i dels seus pobles…
Des de Rio Branco agafem un autobús que en quatre hores ens aproparà a Xapuri, poble on també va neixer i va ser assessinat Chico Mendes, líder serenguista que els anys 80 va aconseguir sensivilitzar a la pobació mundial del gran problema de la deforestació de la selva i a la vegada va projectar internacionalment la lluita per la conservació del medi ambient i la defensa per la dignitat dels pobles de l’Amazones. De camí cap a Xapurí la realitat es presenta amb grans extensions de camps per ramats de vaques… Camps que van ser arrassat’s, cremats i desforestats per latifundistes, obligant a families senceres de serengueiros a emigrar a les faveles de Rio Branco… Amb la lluita que Chico Mendes va liderar, es va conseguir que bastantes zones serengueiras fossin reconegudes i protegides com a reservas extravistes, el seu amor per la terra el va portar a un lluita assumint totes les seves conseqüencies, sent concient de contra qui lluitava, en més d’un momento va predir el seu asssessinat… Poc abans de que els caciques latifundistas decidissin acabar amb la seva vida, el dia 6 de desembre de 1988 Chico va participar en un seminari sobre l’Amazonia en el que va pronunciar un recordat discurs en el que va acabar dient: “No quiero flores en mi tumba porque sé que irán a arrancarlas a la selva. Sólo quiero que mi muerte sirva para acabar con la impunidad de los matones que cuentan con la protección de la policía de Acre y que desde 1975 han matado en la zona rural a más de 50 personas como yo, líderes seringueiros empeñados en salvar la selva amazónica y en demostrar que el progreso sin destrucción es posible”.
Finalment arribem a Xapuri, on visitem la fundació en record d’en Chico, i la casa dels serengueiros, on ens ensenyen com es recolectava la seringa, quina era la vida de la foresta i un recull de vivencies, homenatges i records de la lluita dels treballadors de la seringa i d’en Chico Mendes. Finalment visitem el que va ser la casa on vivía en Chico Mendes i la seva familia. Una humil vivenda de fusta amb lo just i nesesari per viure, en la que encara s’hi conservaven llibres de sindicalisme rural, conservació de la floresta… En una de les parets de la casa, ens ensenyen unes taques de sang esquitxada per l’impacte de la bala assesina que acabà amb la vida d’en Chico Mendes el 22 de desembre de 1988…
Amazona libre! Chico Mendes vive!
miércoles, 13 de abril de 2011
Más fotos de la travesia...
Después de este largo camino por el rio, empezamos otro, de la mano de Javier Moro, el escritor de "caminos de Libertad", un recorrido por la vida de Chico Mendes y la resistencia de los pueblos del Amazonas, que nos llevará hasta Xapuri, la ciudad donde nació y fué asesinado...
sábado, 9 de abril de 2011
Navegando por el rio Madeira rumbo Porto Vellho...
Embarcamos rumbo Portovelho...
Después de pasar unos dias de reconocimiento por Manaus, y de decidir cambiar el rumbo hacia las tierras peruanas, nos embarcamos en un viaje por el rio Madeira, un afluente del Amazonas, el cual llegará hasta Perú convierténdose en el Madre de Dios. Navegamos contracorriente, a una velocidad de 16km/h, por lo que nos llevará unos cuantos dias de viaje. Nos avisan que conviene llegar pronto al barco a coger sitio para poner nuestras hamacas, que nos serviran de cama durante los próximos 4 dias.
Al llegar encontramos un buen lugar en el piso de arriba, en compañia de unos argentinos y unos franceses, que serán nuestros compañeros de risas y juegos de cartas durante los largos dias por el Madeira. Un a vez se empieza a acercar la hora de la salida del barco, empezamos a ser abasallados por personas que quieren ocupar un sitio con su hamaca. El resultado es un autentico caos de pies, brazos, hamacas, bolsas, una autentica lata de sardinas colgante.
Compañeros de viaje...
Durante el viaje vivimos de todo, puestas de sol y atardeceres sin respiracion, charlas sobre rutas con los demas, tardes jugando a cartas con todos, musica bachata y cumbia de 10 de la mañana a 2 de la noche, cine al aire libre, brasileños borrachos tirando latas al rio...
Durante la travesia, vimos monos, alcones, peces suicidas y arboles milenarios, delfines grises y rosas, llamados Botos y de los cuales cuentan unas bonitas leyendas...
Después de pasar unos dias de reconocimiento por Manaus, y de decidir cambiar el rumbo hacia las tierras peruanas, nos embarcamos en un viaje por el rio Madeira, un afluente del Amazonas, el cual llegará hasta Perú convierténdose en el Madre de Dios. Navegamos contracorriente, a una velocidad de 16km/h, por lo que nos llevará unos cuantos dias de viaje. Nos avisan que conviene llegar pronto al barco a coger sitio para poner nuestras hamacas, que nos serviran de cama durante los próximos 4 dias.
Al llegar encontramos un buen lugar en el piso de arriba, en compañia de unos argentinos y unos franceses, que serán nuestros compañeros de risas y juegos de cartas durante los largos dias por el Madeira. Un a vez se empieza a acercar la hora de la salida del barco, empezamos a ser abasallados por personas que quieren ocupar un sitio con su hamaca. El resultado es un autentico caos de pies, brazos, hamacas, bolsas, una autentica lata de sardinas colgante.
Compañeros de viaje...
Durante el viaje vivimos de todo, puestas de sol y atardeceres sin respiracion, charlas sobre rutas con los demas, tardes jugando a cartas con todos, musica bachata y cumbia de 10 de la mañana a 2 de la noche, cine al aire libre, brasileños borrachos tirando latas al rio...
Durante la travesia, vimos monos, alcones, peces suicidas y arboles milenarios, delfines grises y rosas, llamados Botos y de los cuales cuentan unas bonitas leyendas...
Leyendas de los mares Amazonicos...
Han sido varios los momentos en que en la oscura noche de la Amazonas, sentados en la floresta, algún nativo de repente abre las puertas de su memoria y nos empieza a contar leyendas de las cuales aseguran haber conocido a alguien que las ha vivido. Ahi compartimos algunas de esas historias que nos acompanyaron en la travesia por la floresta de los mares Amazonicos...
Amazonas
Las amazonas, temibles mujeres, habían peleado contra Hércules, cuando era Heracles, y contra Aquiles en la guerra de Troya.
Odiaban a los hombres y se cortaban el seno derecho para que sus flechazos fueran más certeros.
El gran río que atraviesa el cuerpo de América de lado a lado, se llama Amazonas por obra y gracia del conquistador español Francisco de Orellana.
Él fue el primer europeo que lo navegó, desde los adentros de la tierra hasta las afueras de la mar. Volvió a España con un ojo menos, y contó que sus bergantines habían sido acribillados a flechazos por mujeres guerreras, que peleaban desnudas, rugían como fieras y cuando sentían hambre de amores secuestraban hombres, los besaban en la noche y los estrangulaban al amanecer.
Y por dar prestigio griego a su relato, Orellana dijo que ellas eran aquellas amazonas adoradoras de la diosa Diana, y con su nombre bautizó al río donde tenían su reino.
Los siglos han pasado. De las amazonas, nunca más se supo. Pero el río se sigue llamando así, y aunque cada día lo envenenan los pesticidas, los abonos químicos, el mercurio de las minas y el petróleo de los barcos, sus aguas siguen siendo las más ricas del mundo en peces, aves y cuentos…
Eduardo Galeano
…algunos cuentos de los mares Amazonicos…
El Pirarucu
Pirarucu era un indio que pertenecía a la tribu de los Uaiás. Era un bravo guerrero, pero tenía un corazón perverso, mismo siendo hijo de Pindarô, un hombre de buen corazón, jefe de la tribu.
Egoísta y lleno de vanidades, Pirarucu adoraba criticar los dioses. Un día él aprovechó la ausencia del padre para tomar indios de su tribu como rehenes y ejecutarlos sin ningún motivo.
Tupã, el dios de los dioses, decidió castigarlo llamando a Polo diós del fuego, para que lanzara su relámpago más poderoso por toda la tierra. También convocó Lururaruaçu la diosa de los torrentes, y ordenó que provocase la más fuerte tempestad sobre Pirarucu. Cuando
Pirarucu recibió las primeras ondas en el río se reía a carcajadas y lanzaba frases de
desprecio. Entonces Tupa envió a Xandoré, el demonio que odia a los hombres, para
lanzar los relámpagos a Pirarucu; éste intentó escapar, pero cuando corría entre los
árboles un rayo atravesó su corazón, pero él, se resistía a pedir perdón. Todos los que
estaban con Pirarucu corrían a través de la selva terriblemente asustados, en cuanto el
cuerpo del Pirarucu aún vivo fue arrojado a las profundidades del río Tocantins donde
se transformó en un gigante y escamoso pez. Pirarucu desapareció en las aguas y nunca mas retornó, sin embargo por un largo tiempo fue el terror de la región…
El Boto
Cuentan las leyendas que en las noches de fiestas en los pueblos que existen a lo largo de las riveras de Amazona y sus afluentes, suele presentarse un joven atractivo, de buen hablar y fácil baile, enamorando a las chicas bellas, provocando la envidia de los chicos presentes al acaparar a las más hermosas y provocando la rabia en las chicas no tan agraciadas, a las cuales no toma en cuenta. Mientras dura la fiesta, el joven juega balón y cartas con los chicos y nunca pierde; bebe todo el licor que se le brinda, mas nunca parece sentir los efectos del alcohol; de tanto en tanto, mientras dura fiesta, los juegos y los bailes, el joven sale a refrescarse, regresando luego con la cabeza toda mojada. A medida que la noche avanza y la fiesta termina el joven sale, sin que nadie lo note, acompañado por alguna de las hermosas jóvenes; ambos terminan a la orilla del río, donde hacen el amor apasionadamente, al levantar el alba, el joven se separa de la amada y de dirige al río para bañarse, ella lo acompaña; y con los primeros rayos del sol el joven desaparece bajo las aguas, y al lado de la chica sólo hay un boto o delfín rosa que la acompaña en el baño. Nueve meses más tarde la joven da a luz a un niño de padre desconocido; al que se le llaman hijo del boto, y hay muchos hijos de los delfines en las orillas del río…
Amazonas
Las amazonas, temibles mujeres, habían peleado contra Hércules, cuando era Heracles, y contra Aquiles en la guerra de Troya.
Odiaban a los hombres y se cortaban el seno derecho para que sus flechazos fueran más certeros.
El gran río que atraviesa el cuerpo de América de lado a lado, se llama Amazonas por obra y gracia del conquistador español Francisco de Orellana.
Él fue el primer europeo que lo navegó, desde los adentros de la tierra hasta las afueras de la mar. Volvió a España con un ojo menos, y contó que sus bergantines habían sido acribillados a flechazos por mujeres guerreras, que peleaban desnudas, rugían como fieras y cuando sentían hambre de amores secuestraban hombres, los besaban en la noche y los estrangulaban al amanecer.
Y por dar prestigio griego a su relato, Orellana dijo que ellas eran aquellas amazonas adoradoras de la diosa Diana, y con su nombre bautizó al río donde tenían su reino.
Los siglos han pasado. De las amazonas, nunca más se supo. Pero el río se sigue llamando así, y aunque cada día lo envenenan los pesticidas, los abonos químicos, el mercurio de las minas y el petróleo de los barcos, sus aguas siguen siendo las más ricas del mundo en peces, aves y cuentos…
Eduardo Galeano
…algunos cuentos de los mares Amazonicos…
El Pirarucu
Pirarucu era un indio que pertenecía a la tribu de los Uaiás. Era un bravo guerrero, pero tenía un corazón perverso, mismo siendo hijo de Pindarô, un hombre de buen corazón, jefe de la tribu.
Egoísta y lleno de vanidades, Pirarucu adoraba criticar los dioses. Un día él aprovechó la ausencia del padre para tomar indios de su tribu como rehenes y ejecutarlos sin ningún motivo.
Tupã, el dios de los dioses, decidió castigarlo llamando a Polo diós del fuego, para que lanzara su relámpago más poderoso por toda la tierra. También convocó Lururaruaçu la diosa de los torrentes, y ordenó que provocase la más fuerte tempestad sobre Pirarucu. Cuando
Pirarucu recibió las primeras ondas en el río se reía a carcajadas y lanzaba frases de
desprecio. Entonces Tupa envió a Xandoré, el demonio que odia a los hombres, para
lanzar los relámpagos a Pirarucu; éste intentó escapar, pero cuando corría entre los
árboles un rayo atravesó su corazón, pero él, se resistía a pedir perdón. Todos los que
estaban con Pirarucu corrían a través de la selva terriblemente asustados, en cuanto el
cuerpo del Pirarucu aún vivo fue arrojado a las profundidades del río Tocantins donde
se transformó en un gigante y escamoso pez. Pirarucu desapareció en las aguas y nunca mas retornó, sin embargo por un largo tiempo fue el terror de la región…
El Boto
Cuentan las leyendas que en las noches de fiestas en los pueblos que existen a lo largo de las riveras de Amazona y sus afluentes, suele presentarse un joven atractivo, de buen hablar y fácil baile, enamorando a las chicas bellas, provocando la envidia de los chicos presentes al acaparar a las más hermosas y provocando la rabia en las chicas no tan agraciadas, a las cuales no toma en cuenta. Mientras dura la fiesta, el joven juega balón y cartas con los chicos y nunca pierde; bebe todo el licor que se le brinda, mas nunca parece sentir los efectos del alcohol; de tanto en tanto, mientras dura fiesta, los juegos y los bailes, el joven sale a refrescarse, regresando luego con la cabeza toda mojada. A medida que la noche avanza y la fiesta termina el joven sale, sin que nadie lo note, acompañado por alguna de las hermosas jóvenes; ambos terminan a la orilla del río, donde hacen el amor apasionadamente, al levantar el alba, el joven se separa de la amada y de dirige al río para bañarse, ella lo acompaña; y con los primeros rayos del sol el joven desaparece bajo las aguas, y al lado de la chica sólo hay un boto o delfín rosa que la acompaña en el baño. Nueve meses más tarde la joven da a luz a un niño de padre desconocido; al que se le llaman hijo del boto, y hay muchos hijos de los delfines en las orillas del río…
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